Pontiac, la marca del gran Jefe
Hace unos pocos años se conoció la noticia de la desaparición de esta tradicional y emblemática marca norteamericana, una de las divisiones que integra la gigantesca General Motors Corporation. Su cese de actividades hizo parte de la reorganización a que está siendo sometida la reconocida y centenaria corporación automotriz.
Para conocer la historia de Pontiac hay que remontarse a 1893 cuando Edward M. Murphy fundó la Pontiac Buggy Company, una empresa fabricante de coches de caballo a la que se le denominó así por tener su sede en dicha ciudad y que a su vez recordaba a un gran jefe indígena habitante de esta región del estado de Michigan en el siglo XVIII.
Con el comienzo del siglo XX Murphy al igual que muchos otros fabricantes de bicicletas, maquinas de coser y de tejer y carruajes decidió incursionar en el mundo del automóvil, un invento que hacía furor en el mundo entero y al cual le vislumbraba más futuro. En agosto de 1907 después de adquirir algunas patentes y de iniciarse en el mundo del automóvil se funda oficialmente la Oakland Motor Car Company.
William Durant fundador de la General Motors en septiembre de 1908 encontró interesante la compañía de Murphy y le compró la mitad de las acciones de su compañía en enero de 1909, en el verano de ese mismo año Murphy falleció en un accidente y sus herederos le vendieron el resto de la compañía a la General Motors que ya poseía a Buick y a Cadillac y a la que sumaría al poco tiempo la Oldsmobile y que en 1916 sumaría a Chevrolet, marca creada por William Durant y los hermanos Gastón y Luis Chevrolet.
Oakland dentro de la estrategia de mercado de la General Motors se ubicó en el cuarto escalón de precio, detrás de Cadillac, Buick y Oldsmobile y un peldaño arriba de la económica Chevrolet.
Oakland comenzó a producir modelos novedosos, con motores de 4,6 y 8 cilindros en línea y en V, lo que era una novedad para la época. En 1923 el nuevo presidente Alfred P Sloan pensó en que Oakland debeía encargarse de la fabricación de modelos medianos con motor de seis cilindros en línea y que debía compartir la mayor cantidad de partes posibles con los económicos Chevrolet, con el fin de optimizar recursos. El nuevo modelo llamado internamente como Pontiac o modelo X contó con el aporte directivo de Bill Knudsen quien delegó en el ingeniero Henry M Crane el diseño y ejecución del motor de seis cilindros en línea y en Osmond Hunt quien se encargaría del diseño del resto del vehículo. Finalmente para la terminación del proyecto y el inicio de su producción se encargó a Ben Anibal antiguo Ingeniero Técnico Jefe de Cadillac.
En los años 20 la General Motors decidió como estrategia crear divisiones hermanas de sus tradicionales marcas, así nacieron La salle como hermana de Cadillac, Viking de Oldsmobile, Marquette de Buick y Pontiac de Oakland. Con el tiempo estas marcas filiales desaparecerían al no haber dado los resultados esperados, agravados por la crisis económica iniciada en 1929.
En febrero de 1926 durante el Salón de Nueva York se presentó el primer automóvil con la marca Pontiac, el cual se convertiría en un éxito absoluto. Este primer modelo de la marca usaba el nuevo motor de seis cilindros en línea de 3.048 c.c y su costo total era de 825 dólares. Durante el primer año se vendieron 133.604 autos Oakland y Pontiac, correspondiendo a la segunda marca 76.742 unidades. Esta tendencia en las ventas, sumada a la dura época de la depresión económica que se inició en octubre de 1929, haría que la General Motors eliminara definitivamente la división Oakland de su portafolio en 1933, este proceso de cierre se había iniciado en 1931para darle vía libre a la división Pontiac.
En la primera mitad de la década de los 30, se usaron los motores de ocho cilindros en línea y las carrocerías fabricadas por Fisher cada vez más utilizaban acero en su construcción, dejando de lado la poco durable madera. Para los modelos de finales de 1935 se volvió a retomar el motor de seis cilindros en línea al que se agregaba el de ocho cilindros también en línea para los modelos más lujosos, esta tendencia se mantendría hasta 1954. Durante esta etapa se introdujeron las célebres franjas cromadas en la tapa del motor y en algunos casos sobre la tapa del baúl y se incorporaría la eficiente suspensión delantera independiente. Durante el periodo comprendido entre 1935 y 1949 se fabricarían los conocidos modelos Silver Streak y Torpedo, a los cuales además se les comenzaría a montar la palanca de cambios en la columna de dirección. En esta época el slogan que utilizaba la marca era The Chief Of Eight Cilinders ( El jefe de los ocho cilindros) en alusión a su logo, el célebre jefe indio Pontiac.
1949 aparecieron los modelos de la postguerra, con carrocerías más bajas y limpias, similares a las de los Chevrolet, Oldsmobile, Buick y Cadillac y las cuales contaron hasta 1952 con vidrio panorámico de dos cuerpos y la opción de cajas de cambios automáticas “Hydra-Matic”.
En 1955 después de múltiples estudios, se supo que la marca arrastraba una fama de aburrida, de poco innovadora, ideal para abuelitas y pensionados. Esto llevo a replantear los modelos de 1955, que ofrecieron después de muchos años motores V8 (Strato Streak) en todas las versiones y que ya tenían válvulas en la culata, sin duda una novedad en la conservadora marca.
Dentro de esta filosofía de cambio y modernización se le dio oportunidad de hacer sus propuestas a personajes de la talla del diseñador Virgil Exner y se vinculó a ingenieros como John Delorean (creador del Delorean en los años 80 ver http://www.carrosyclasicos.com/a.php?a=188) quien llegaba de la moribunda Packard. Con este nuevo aire en el que las carrocerías comenzaron a ser más amplias y bajas y los motores más potentes las ventas repuntaron de nuevo, logrando cambiar el concepto popular de autos aburridos que acompañaba a los Pontiac. En esta segunda mitad de los años 50 y como complemento al trabajo de cambio de imagen, se produjeron los prototipos Firebird I (1952), Firebird II (1956 y 1957) y Firebird III (1958) que complementaron las propuestas de los avanzados autos concepto Club de Mer (1956), Boneville Special y Strato Streak (1954) y Strato Star (1955), con inspiración aeronáutica y espacial, muy acordes con su época.
A finales de los años 50, la ostentación y el gigantismo fueron supremos, y se abría paso una nueva tendencia en el consumidor, buscar autos más pequeños y económicos tanto en su precio como en consumo de combustible. Para responder a la nueva realidad Pontiac propuso en 1961 el compacto Tempest (Presentado a la par de los Oldsmobile F-85 y Buick Skylark) y que era movido por un motor de cuatro cilindros en línea, a los que se sumarían en 1962 los Le Mans y Acadian (Similares al Chevy II o Nova de Chevrolet) estos últimos destinados al importante y dinámico mercado canadiense, donde la marca siempre ha sido muy apreciada. Este motor de cuatro cilindros de 3.200 c.c, fue sustituido tres años después por uno nuevo de seis cilindros en línea de 3.600 c.c y uno opcional V8 de 5.400 c.c fabricado totalmente en aluminio.
A finales de 1963 aparecería el primer “Muscle Car” el GTO, creación de John Delorean, que montaba un gigantesco motor V8 de 389 pulgadas cúbicas (6.371 c.c) que producía 330 HP. Durante el resto de la década se fabricaron los modelos Bonneville, Grand Prix, Catalina, Parisienne, Firebird (equivalente al Camaro de Chevrolet) Laurentian, el gigante Executive y el Beaumont (Exclusivo para Canadá) similar al Chevrolet Chevelle, todos con grandes motores V8 de hasta 455 pulgadas cúbicas (7.450 c.c) y opcionales de 6 cilindros en línea. En 1970 se llegaría al climax de la potencia y el rendimiento.
Comenzando los años 70, se inició el declive en cuanto a potencia y cilindradas, que vería su fin en 1973 cuando la crisis del petróleo acabó para siempre con la gran potencia extraída de motores V8 de alta cilindrada. Como consecuencia se continúan ofreciendo los motores V8 y seis en línea, pero con unas potencias muy reducidas, lo que se agrava al entrar en vigencia rigurosas medidas ambientales que obligan al montaje de dispositivos que le quitan aún más potencia a los propulsores. Continúan disponibles los modelos Catalina, Le Mans, Boneville, GTO, Tempest, Grand Prix, Firebird, Parisienne y Laurentian. Se suman al portafolio los Grand Ville, Grand Am, Trans Am,Ventura (Equivalente al Chevrolet Nova),Sunbird y Astre ( Versión Pontiac del Chevrolet Vega). Estos modelos se conservarán hasta 1979.
En la década de 1980 la tendencia es similar a la anterior, modelos con motores restringidos de cuatro, seis y ocho cilindros en V. Se venden los Pontiac Grand Prix, Boneville, Le Mans en su presentación habitual con chasis independiente, la cual cambiará al final de esta década por el modelo Daewoo Racer fabricado en Corea, Parisienne (versión Pontiac del Chevrolet Caprice Classic). A estos se suman los Phoenix ( similar al Chevrolet Citation y al Buick Skylark), 6.000 ( Similar al Chevrolet Celebrity),Sunbird ( Similar al Chevrolet Cavalier), T1.000 y Acadian canadiense (Similar al Chevrolet Chevette) y Fiero un deportivo compacto de diseño muy europeo.
Durante la última década del siglo XX, se conservan las referencias de los modelos, aunque las formas de estos son más redondeadas y aerodinámicas y sus motorizaciones apuntan hacía los 4 cilindros en línea multivalvulares o con turbo, dejando la gran potencia a los motores V6, abandonando casi por completo los propulsores V8. Como novedad se presentan la Van familiar Trans Sport, y los compactos Firefly y Asuna.
Para comenzar el siglo XXI se conservan las referencias conocidas desde hace varias décadas, aunque con las diferencias lógicas en diseño y motorizaciones cada vez de menor cilindrada, pero buenas potencias y bajo consumo de combustible, gracias al uso que se hace desde hace muchos años de sistemas electrónicos de inyección de combustible. Se le suman modelos como la van familiar Montana, los familiares Vibe y Torrent, el controvertido SUV Aztek, los deportivos Solstice y G6 cupé y el compacto Wave 4 que no es otro que el Aveo que conocemos en Colombia y que complementa la opción de automóviles con los G5 Pursuit y G6 GT.
En Colombia Pontiac tiene gran número de seguidores, así su presencia masiva se remita a los años 40 cuando un gran porcentaje de taxis en nuestras ciudades eran de esta marca. Durante los años 50 también llegaron bastantes vehículos, disminuyendo en la década siguiente para tener cada vez más menos presencia en calles y carreteras. La última gran presencia se dio entre los años de 1992 y 1995 cuando GM Colmotores importó modelos Boneville, Gran Am y Trans Sport.
Desafortunadamente las dificultades económicas han obligado a la gigante General Motors a tomar drásticas medidas para reestructurar sus operaciones, dentro de estas se incluye la desaparición de la división Pontiac a partir del año 2010, tal y como sucedió con la recordada Oldsmobile en 2003. Son decisiones que no tienen reversa, su desaparición al igual que la de Oldsmobile, se suma a la de la tradicional Plymouth propiedad de Chrysler hace algunos años.